Fragancias y alcoholes en los productos cosméticos ¿Son perjudiciales?
En la mayoría de los productos cosméticos, como son el champú, las lociones corporales o las cremas de afeitado, se utilizan fragancias. Estas, permiten enmascarar el olor desagradable de otros ingredientes sin tener que recurrir a los perfumes. La polémica viene de que algunas fragancias pueden ser sensibilizantes o provocar alergias en algunas personas, aunque sean “seguras”. Estamos hablando sobre todo de aquellas personas de “piel sensible”.
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- 1 Fragancias y alcoholes en los productos cosméticos ¿Son perjudiciales?
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Libre de fragancias
Para evitar este problema lo mejor sería adquirir productos con la mención “libre de fragancias” y revisar la lista de ingredientes. Pero esto, a veces, no es tan sencillo. Resulta complicado para el consumidor distinguir los ingredientes que son fragancias de los que no, así como los solventes que las acompañan.
Por ejemplo, uno de los ingredientes cosméticos más conocidos empleado como solvente y fijador de fragancias es el dietil ftalato o DEP. Del que la FDA (Food and Drug Administration) ha recibido numerosas solicitudes y comentarios negativos al respecto.
Afortunadamente para los consumidores, se requiere al fabricante de una declaración de los ingredientes contenidos en el producto cosmético. Información que debe figurar en la etiqueta y que los consumidores podemos consultar.
Pero, ante todo esto, ¿Qué es una fragancia?
Las fragancias se emplean para aromatizar. En el caso de los productos cosméticos, están formadas por un terpeno (aceite volátil sin olor) y alcoholes, acetonas,…que pueden ser de origen natural o sintéticas aunque en ambos casos pueden causar irritación. En el segundo caso es más probable. Algunas fragancias son el geraniol, el hidrocitronelal, el eugenol, el Musgo de encina,…Todas ellas con sus correspondientes alérgenos.
Dicho esto, existe una preocupación generalizada en cuanto a las fragancias derivadas de la familia de los alcoholes.
Fragancias de la familia de los alcoholes
Antes de anticiparnos, cuando hablamos de fragancias de la familia de los alcoholes nos estamos refiriendo a sustancias que seguramente han leído en alguna etiqueta. (Como el propilenglicol, el alcohol desnaturalizado o el alcohol bencílico).
Aunque parezca mentira, estas sustancias de nombre complicado se emplean también en cosmética natural. Esto es porque pueden ser de origen natural. Aunque en muchos casos derivan del petróleo o de aceites vegetales.
¿Realmente suponen un riesgo para nuestra salud cuando se encuentran entre los ingredientes de un producto cosmético?
Si bien se pueden emplear como fragancia, cuya función será la de enmascarar el mal olor de otros ingredientes, también pueden emplearse como conservantes, emulsionantes, disolventes o emolientes.
Tipos de Alcoholes
La peligrosidad que puedan tener para nosotros dependerá de si son alcoholes de cadena larga o de cadena corta.
Esto influirá en la facilidad de penetración en la piel.
Cuanto más corta sea la cadena más fácil será que penetren cutáneamente pero también serán más volátiles.
Esto hará que puedan irritar o causar alergias, según las características de la persona que utiliza el producto.
Ejemplos de este tipo de sustancias serían los disolventes como el metanol o el etanol. (De menor riesgo si es de origen vinícola o procede de la caña de azúcar).
Una mezcla de estos dos sería el alcohol desnaturalizado. Más rentable, aunque más peligroso o incluso tóxico.
Alcohol Bencílico
Efectivamente, la industria decidirá si emplear uno u otro en función del precio y de sus propiedades. En este sentido uno de los alcoholes de cadena corta más utilizados, también por su agradable aroma, es el alcohol bencílico. Aunque en muchos casos puede ser sintético, se puede obtener naturalmente de los aceites esenciales de jazmín. Lo que es interesante para la cosmética ecológica. Aunque uno de sus inconvenientes es que es uno de los irritantes más fuertes.
Alcoholes de cadena larga
Por otro lado, y por suerte, existen los alcoholes de cadena larga o más conocidos como alcoholes grasos (por su consistencia) que son prácticamente inofensivos. Son conocidos por sus propiedades humectantes e hidratantes. Encontramos en esta categoría los espesantes y emulsionantes. Éstos son muy empleados en cosmética natural y bio como el cetearyl alcohol que proviene de un derivado del coco. El más conocido seria quizás la glicerina o glicerol que lejos de irritar la piel, la protege y acelera su recuperación.
Así, Los alcoholes de cadena larga, o el alcohol etílico de origen vegetal, son más tolerables por nuestra piel.
También hay que añadir que los alcoholes son necesarios para preservar las propiedades del producto y se emplean desde hace cientos de años como conservantes.
Consejo de Tandem para su piel
Ya para acabar y para resumir, desde TANDEM les aconsejamos que eviten productos con una alta concentración de ingredientes cuya denominación termine en “-ol” (Es decir alcoholes. Excepto el glicerol) y sobre todo los que contengan alcohol desnaturalizado. Por lo tanto, habrá que tratar de elegir productos “libres de fragancias” o si esto no es posible comprobar en la lista de ingredientes que se está comprando un producto compuesto mayoritariamente por alcoholes de cadena larga. Especialmente si su piel es “sensible”.
SERVICIOS DE TANDEM HSE
Si usted, es fabricante o distribuidor de productos cosméticos y quiere asegurarse que sean lo más respetuosos con el consumidor o con la cosmética ecológica y/o natural, póngase en contacto con nosotros y le asesoraremos.
Por: Alba Valero
Fecha: 1 de octubre de 2018