Algunos de los objetivos que se pretendían obtener con la entrada en vigor de los nuevos peajes eléctricos mediante la Circular 3/2020, eran electrificar la economía, fomentar el vehículo sostenible, contribuir a la eficiencia energética, fomentar la competitividad del sector industrial y garantizar la retribución del transporte y de la distribución de la energía, entre otros.
No obstante, se ha entrado en un escenario repleto de polémica y críticas, encabezadas principalmente por la subida del precio de la luz en el “pool eléctrico”.
Escenario actual
La situación actual es de pleno escepticismo. Por un lado, no se consiguen ver ahorros económicos directos a raíz de los nuevos peajes y, por otro lado, se aprecia cómo el precio de la luz registra, día a día, máximos históricos que encarecen nuestras facturas de electricidad.
A fecha 31 de agosto de 2021, se registra un máximo histórico, con un precio marginal medio de 130,53 EUR/MWh, mientras se registraban 42,01 EUR/MWh el mismo día del año pasado, significando un aumento del 210,74%.

Desde un punto de vista más específico, se observan grandes diferencias durante todo el día. El día 31 de agosto, el precio mayorista no baja de los 120 EUR/MWh, mientras que, en el mismo día del año 2020, el precio oscila alrededor de los 40 EUR/MWh.

Aunque se ha analizado el 31 de agosto de 2021, lo cierto es que el precio medio del mes de agosto ha sido el más caro, hasta el momento, del año 2021.
Esta subida desmesurada y desorbitada del precio mayorista es el resultado de varios factores, entre los que se encuentran:
- Subida de la demanda energética en épocas climáticas (olas de calor, temporales, borrascas, etc.).
- Menor implicación de fuentes renovables en el mix de generación eléctrica, debido especialmente a la generación eólica.
- Aumento de los precios del mercado de emisiones de CO
- Fuerte revalorización del gas natural en los mercados internacionales.
- Reducida interconexión internacional del sistema eléctrico español.
El precio de la luz se fija en el mercado eléctrico a partir de una subasta, en el que productores y comercializadoras fijan el precio mediante casación de ofertas.
Una poca implicación de las energías renovables conlleva que otras tecnologías con un coste marginal elevado (centrales térmicas, hidroeléctricas, etc.), entren en el mercado, aumentando el precio marginal final que repercute al consumidor final. Asimismo, el precio de la luz es más elevado porque no hay capacidad renovable suficiente para abastecer la demanda, lo que hace que centrales convencionales entren en acción.
¿Qué se puede hacer para bajar el precio de la luz?
El pasado 24 de junio el Gobierno aprobó un decreto ley con el objetivo de reducir los impuestos de directa aplicación al suministro de electricidad y, con ello, la factura de la luz de los hogares, los autónomos, las pymes y el conjunto de las empresas, que suponen la bajada del IVA de la luz del 21% al 10% hasta finales de este año y la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica durante tres meses.
En el caso concreto del IVA, se aplica una bajada al 10% hasta fin de año para todos los consumidores con potencia contratada hasta 10 kilovatios (kW), siempre que el precio medio mensual del mercado mayorista de la electricidad esté por encima de los 45 euros por MWh.
En lo que se refiere a la suspensión del 7% del impuesto sobre el valor de producción de energía eléctrica, cuya suspensión temporal durante seis meses ya se decidió en 2018 para contener otra ola alcista en el precio de la luz, estará vigente durante el tercer trimestre de este año.
A pesar de las acciones que ha tomado el Gobierno, desde el punto de vista del consumidor, hay dos formas para combatir e intentar rebajar el precio de la luz.
1.Aumento de la eficiencia energética
Conocer nuestro comportamiento energético y hábitos de consumo nos permite tomar acción sobre nuestro suministro e identificar oportunidades de mejora que nos aporten una mayor eficiencia energética y, por ende, un ahorro económico que nos favorece a final de mes.
Para ello, es imprescindible disponer de herramientas que permitan conocer nuestro consumo eléctrico de manera instantánea, como son los contadores de energía o los analizadores de redes, o bien de un profesional especialista en la gestión de la energía para optimizar el suministro de energía.
2. Incorporación de instalación de autoconsumo fotovoltaico
Una vez hayamos profundizado en la gestión y la eficiencia energética de nuestro suministro, el siguiente paso para reducir nuestra factura de la luz y dar el paso hacia la descarbonización del sector energético es el de tener una instalación de autoconsumo fotovoltaico.
El autoconsumo fotovoltaico consiste en generar nuestros propios ahorros económicos a partir de producir nuestra energía eléctrica que repercute directamente en la factura de la luz.
En la actualidad existen numerosas alternativas y sistemas fotovoltaicos genéricos que pueden ser de utilidad para el consumidor final. Sin embargo, es crucial diseñar y dimensionar correctamente la instalación para cada situación y sacarle el máximo provecho, dada su precio en el mercado y sus múltiples aplicaciones.
Tandem HSE es tu gestor energético personalizado que te permite optimizar tu consumo energético y estar en continuo proceso de mejora. Asimismo, también se dedica al diseño y dimensionado de instalaciones de autoconsumo fotovoltaico para que puedas dar este paso hacia la descarbonización y reducir tu factura de la luz.

Pol Carreras
14 de septiembre
de 2021