Breve introducción a la normativa ADR
La primera legislacion sobre mercancias peligrosas ADR, aparecen en Europa a mediados de los años 50. Europa se estaba recuperando de la Segunda Guerra Mundial, y el plan Marshall empezaba a funcionar. Los países occidentales, antes enfrentados, ahora acababan de retomar sus relaciones diplomáticas, y la economia de estos paises estaba poco a poco recuperando los niveles de antes de la guerra. Es en una época donde el comercio y el transporte de mercancías están en pleno auge, y como no puede ser otra manera, también lo está el transporte de mercancías peligrosas.
Así pues, debido al peligro que conlleva transportar mercancías peligrosas, surge la necesidad de crear una regulación a nivel europeo para su manipulación. Después de diversas conversaciones y reuniones, finalmente, el 30 de septiembre de 1957 se ratificó en Ginebra el acuerdo europeo relativo al transporte de mercancías peligrosas (ADR).
Pero, ¿Qué entendemos por Mercancías Peligrosas ADR?
Por mercancías peligrosas se entienden aquellas mercancías las cuales en caso de accidente durante su transporte, pueden suponer un riesgo para la población, los bienes y el medio ambiente, y cuyas condiciones de transporte se encuentran reguladas de forma especial por la normativa ADR.
¿Cuál es el objetivo de la normativa ADR?
El acuerdo tiene como objetivo regular el embalaje, transporte, documentación y demás aspectos del transporte por carretera de las mercancías peligrosas, incluyendo la carga, descarga, manipulación y almacenamiento de las mismas, tanto si el transporte se realiza entre varios países o dentro de un mismo territorio.
¿Debe cumplir con la normativa ADR?
La respuesta es SI. Siempre y cuando mi actividad consiste en la carga, transporte y/o descarga de mercancías catalogadas como peligrosas.
Un ejemplo de ello son aquellas empresas que:
- Descargan en sus instalaciones materias primas, combustibles (para su uso en máquinas, vehículos, etc.), productos de limpieza y desinfección (para maquinaria e instalaciones) o productos terminados para su distribución y venta.
- Cargan en sus instalaciones productos que fabrican o distribuyen, o los residuos que generan.
- Realizan el transporte de mercancías peligrosas para su distribución o traslado interior con vehículos propios, o bien prestan el servicio de transporte a otras empresas (transportistas).
Pero, ¿Y si aun cumpliendo con la normativa ocurre un accidente?
Si bien es cierto que gracias a la figura del Consejero de Seguridad, la probabilidad de que ocurra un accidente disminuye considerablemente, estos siempre pueden ocurrir. Para esto, debemos estar preparados, y no hay mejor opción que formarse mediante cursos ejercidos por profesionales.
Aun así, los accidentes pueden ocurrir, por lo que es altamente recomendable tener a mano elementos especialmente preparados para contener productos peligrosos. Un buen ejemplo de ello es el conocido Doble Tubo de Contención, cuya rápida instalación y su alta resistencia aseguran un total confinamiento de la zona a proteger.
Como modo de conclusión, podemos establecer que la normativa ADR es una normativa viva, con modificaciones bianuales, y que la mejor manera de estar siempre a la última es contratar los servicios de un consejero de seguridad cuya finalidad sea asegurarse que su empresa cumpla siempre con los requisitos establecidos por la ley.
Autor: Marc Roca
Resp. Dpto. Comercial de TANDEM HSE